BIENESTAR Este es el efecto que un beso con lengua tiene en su cerebro El acto íntimo despierta neurotransmisores básicos que conducen al optimismo, -- 8 OCT 2015 - 15:38 CEST Este es el efecto que un beso con lengua tiene en su cerebro El beso erótico, ese que provoca sensaciones encontradas (escalofríos–calor) y acelera el corazón, esconde un complejo mecanismo. Un proceso que comienza en los labios, la zona del cuerpo -- la otra persona, el tono muscular y hasta el estado de su sistema inmunitario a través de los anticuerpos y otras proteínas de este sistema. Además, durante el beso, especialmente con lengua, hay un importante intercambio de saliva que hace que el hombre pase testosterona a la mujer y actúe como una especie de afrodisíaco que -- genética en la Universidad de Barcelona. El beso sirve entonces como un primer examen del otro, un examen del que no somos conscientes. Lo confirma un estudio de la Universidad de Oxford, realizado por Rafael Wlodarski y Robin Dunbar, que sugiere que -- sí, en décimas de segundo, comienza a segregar una serie de neurotransmisores (sustancias químicas que comunican unas neuronas con otras) y los protagonistas del beso empiezan a notar sus efectos. "Lo que percibimos de todas estas reacciones químicas depende del tipo de neurotransmisor, del porcentaje o equilibrio entre ellos y de las -- dependiendo de cuál de ellos domine, sentiremos unos efectos u otros. Este experto describe cuatro neurotransmisores básicos que se despiertan con el beso: dopamina, que nos hace sentir placer y bienestar; serotonina, con la que sentimos excitación y optimismo, aunque también puede tener un efecto de ira y agresión ("en este caso -- sanguíneo del pene y, por tanto, la erección. O la feniletilamina, "una anfetamina potente y rápida que estimula el sentimiento de placer, por eso el primer beso de los adolescentes suele ser más intenso y apasionado", explica el doctor Jesús de la Gándara, jefe de Psiquiatría del Hospital Universitario de Burgos y autor del libro El planeta de los besos. Aunque el psiquiatra destaca que no solo ocurre en los adolescentes, según Gándara, también puede darse en adultos, "la clave reside en encontrar a la persona que despierte ese neurotransmisor". -- Jesús de la Gándara, psiquiatra Pero la pasión no es eterna. La química del beso parece cambiar con el paso del tiempo dentro de una misma relación. De manera que el enamoramiento inicial donde todo es energía y vitalidad se va -- que genera apego, en las relaciones estables. No hay que olvidar que a través del beso también compartimos enfermedades, por ejemplo la mononucleosis (también conocida como la enfermedad del beso, muy frecuente en adolescentes). De hecho, con cada beso de 10 segundos intercambiamos 80 millones de bacterias, según un estudio realizado en Holanda. ¿Esto quiere decir que es malo besarse? "No, besarse en bueno. Hay estudios que han demostrado que las personas