«Nos están acorralando. Europa no quiere acoger. No somos un número, detrás de cada cifra hay una historia». Habla Marah Rayan, mujer, refugiada y apátrida. Artículo -- 2017 Marah Rayan refugiado palestino apatrida Artículo -- de las leyes, los tratados y acuerdos internacionales en materia de protección para los refugiados. Así lo demuestra la historia de Marah Rayan, una joven refugiada palestina apátrida que fue criada en Siria hasta que tuvo que salir del país a causa de la contienda. -- Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), una persona apátrida es «aquella que no es reconocida por ningún país como ciudadano acorde a su legislación», y cuyo marco legal se encuadra en la Convención sobre el Estatuto de los Apátridas de 1954 y en la Convención para reducir los casos de apatridia de 1961, ambas aprobadas por la Asamblea General de Naciones Unidas. Se trata de un limbo legal que afecta a alrededor de 10 millones de personas en todo -- respectivamente tras el primer conflicto árabe-israelí. Su madre adoptó la nacionalidad jordana, mientras que su padre permaneció como refugiado palestino apátrida residente en Siria sin ninguna posibilidad de reconocimiento debido a las leyes del país, condición legal que también adoptó Marah desde su nacimiento, y que actualmente comparten -- familia se encontraba en Suiza, pero esto no era posible». Si la situación jurídica de los refugiados ya se tercia complicada, la condición de apátrida de Marah dificulta más el proceso legal para buscar su protección en territorio español.