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Género y energías renovables
El uso de energías renovables juega un rol esencial en la reducción de los gases de efecto invernadero y la mitigación del cambio climático, además de ser una herramienta para mejorar la seguridad energética de los países y proporcionar beneficios sociales a su población. En 2013, la energía renovable proporcionó el 22,1% de la energía eléctrica demandada en todo el mundo1. América Latina y el Caribe es una de las regiones más dinámicas en este sector, con más de la mitad de su demanda energética cubierta a través de fuentes de energía sin emisiones de CO22.
Las poblaciones en cuyas proximidades se instala una planta de energía renovable pueden disfrutar de beneficios asociados a la construcción y mantenimiento de este tipo de proyectos -como oportunidades económicas creadas durante las etapas de construcción y mantenimiento del parque o la obtención de ingresos por la renta de terrenos-. En el caso específico de
las mujeres, podrían tener acceso a nuevas posibilidades de empleo y generación de ingresos o mejoras en su salud y su seguridad debido al aumento de la calidad de los servicios sociales locales como escuelas y hospitales, entre otros ejemplos.
Sin embargo, los proyectos de energías renovables también pueden introducir impactos negativos al aumentar las diferencias
dentro de las comunidades beneficiarias y crear o reforzar desigualdades de género. Por ejemplo, las mujeres participan de manera muy reducida en las consultas previas al diseño del proyecto y tienen un acceso más limitado que los hombres al empleo. Además, habitualmente no participan en las decisiones sobre la repartición de beneficios que la comunidad recibe de la empresa como parte del proyecto. Para evitar la generación de estas desigualdades es necesario incluir una perspectiva de género en el diseño y ejecución de los proyectos renovables que permita escuchar las voces de las mujeres y atender sus necesidades más inmediatas, convirtiéndolas en agentes activos de cambio dentro de sus comunidades.
Con ello, no sólo se reducen las desigualdades entre hombres y mujeres, sino que se mejora la efectividad del proyecto en sí3 al incorporar, por ejemplo, habilidades y conocimientos que de otro modo no se incluirían.
El presente documento se centra en cómo incorporar la perspectiva de género en las operaciones de apoyo a la construcción, operación y mantenimiento de instalaciones y explotaciones de energía renovable eólicas, solares, geotérmicas e hidroeléctricas de mediana y gran escala conectadas a red para la generación de energía.
