El conductor acusado de matar al ocupante de otro coche: «Me iba a partir la cabeza» La Fiscalía pide 13 años de prisión al acusado de los delitos de homicidio, conducción con temeridad manifiesta y desprecio a la vida de los demás Un hombre acusado de causar la muerte de otro que se subió en el capó de su coche para evitar que huyera tras haber tenido un accidente con él ha explicado durante el juicio que no paró el vehículo porque tuvo miedo y ha alegado que la víctima le estaba amenazando y le llegó a romper la luna delantera. «Me dijo que me iba a partir la cabeza. Lo tenía ahí y tenía miedo», ha indicado el procesado, Luis Carlos C.C., que hoy solo ha respondido a las preguntas de su abogado defensor. La Sección 17 de la Audiencia Provincial de Madrid juzga entre hoy y mañana a este hombre, al que se le atribuyen delitos de homicidio, conducción con temeridad manifiesta y desprecio a la vida de los demás, por los que la Fiscalía pide que cumpla 13 años de cárcel. Según las conclusiones provisionales del Ministerio Público, los hechos ocurrieron en la madrugada del 11 de octubre de 2014, cuando Luis Carlos circulaba bajo los efectos del alcohol por una calle del distrito de Carabanchel y colisionó con un coche conducido por una mujer y su compañero sentimental. Para evitar ser detectado por la policía, el acusado arrancó su vehículo, pero el acompañante de la conductora del otro coche se encaramó al capó. Luis Carlos siguió conduciendo, perseguido por la Policía, hasta que la víctima cayó por la inercia y falleció al día siguiente en el hospital, según relata el Ministerio Público. El acusado ha asegurado que tras el choque de los vehículos la víctima le rompió la luna delantera mientras le amenazaba y ha asegurado que mientras el fallecido iba encima del capó fue despacio y no le vio caer, motivos por los cuales no paró el coche. No obstante, la pareja sentimental de la víctima ha explicado en el juicio, en calidad de testigo, que «no hubo ni golpes ni discusiones» y que si el fallecido no se hubiese subido al capó del vehículo del acusado «se lo hubiese llevado por delante». «No pensábamos que se fuese a ir. Pero se fue con una velocidad elevada y saltándose todos los semáforos en rojo», ha señalado la mujer entre lágrimas, quien ha añadido que fue ella la que gritó al conductor que «le reventaba». Por su parte, un agente de la Policía Municipal de Madrid que estuvo presente ha declarado que cuando llegaron al lugar avisados de que se había producido un accidente vieron que la víctima estaba subido en el techo del coche y que al ver la presencia policial se soltó de una mano para llamar la atención de los agentes. Ha explicado que llevaba una velocidad de 60 o 70 kilómetros por hora cuando la víctima cayó al suelo por el lado del copiloto «como un muelle». Como el conductor no se detenía, tuvieron que cerrarle el paso unos 400 metros después. Una vez parado el coche, ha relatado, los agentes comprobaron que en el interior había una lata de cerveza vacía y el hombre estaba «un poco ausente» y «casi no se mantenía en pie». El juicio continuará hoy con la declaración de más testigos y de los peritos.