El presunto autor del asesinato de la joven Eva Blanco en 1997 trató de suicidarse en la cárcel francesa en la que se encuentra detenido y desde la que será entregado a España en las próximas horas tras haber aceptado su extradición, han indicado fuentes judiciales. más información La madre de Eva Blanco: «El caso era muy difícil, pero por fin hemos visto una luz» Un perfil de ADN fue la clave para identificar al asesino de Eva 18 años después Detenido en Francia el presunto autor de la muerte de la joven Eva Blanco en 1997 Arrestado el pasado jueves en Besançon, en el noreste de Francia, el sospechoso hizo un "pequeño intento de suicidio" el lunes, al herirse en el cuello, pero la intervención de los agentes del orden galos evitó que lo consumara, han señalado las fuentes. La Fiscalía de Besançon ha señalado que el sospechoso "no ha reconocido los hechos" que se le reprochan, aunque ha precisado que no ha sido interrogado en Francia sobre el fondo del asunto. "Deben ser las autoridades judiciales españolas quienes le interroguen, nosotros simplemente hemos estudiado la demanda de extradición", ha apuntado una fuente judicial. Sin embargo, esa fuente ha precisado que el sospechoso pidió a las autoridades francesas "cumplir la pena en Francia", lo que interpretan "casi como una confesión" del crimen. Extradición a España El análisis de las muestras de ADN encontradas en el cuerpo de Eva Blanco, hallado en abril de 1997 en una cuneta próxima a la localidad madrileña de Algete, ha permitido a los investigadores españoles remontar la pista hasta el arrestado en Francia. De 52 años, nacionalidad española y origen marroquí, el sospechoso ha comparecido hoy ante el Tribunal de Apelación de Besançon, donde no se ha opuesto a su extradición a España, que se hará efectiva "en las próximas horas o días", según la Fiscalía. España había emitido una Orden Europea de Detención y Entrega contra el sospechoso. Durante 18 años, los agentes de la Guardia Civil habían trabajado en encontrar al asesino de Eva Blanco, cuyo crimen prescribe dentro de año y medio. La llamada 'Operación Pandilla' permitió identificar el ADN de una persona norteafricana, lo que redujo la paleta de sospechosos. Uno de ellos respondía al perfil genético hallado en la escena del crimen, una persona residente en Francia, pero no coincidía al cien por ciento, por lo que la búsqueda se centró en sus familiares. El trabajo de los investigadores llevó hasta uno de sus hermanos, que finalmente fue detenido. El sospechoso abandonó España en 1999, dos años después del crimen, y según las fuentes judiciales francesas había rehecho su vida en Francia, donde no estaba fichado. Los investigadores descartan por el momento que el presunto asesino perpetrara alguna agresión más en el municipio o su entorno en la época del crimen y que estuviera implicado en algún delito contra otros jóvenes.