Decreto de Obama para implicar a las empresas contra los ciberataques

Agencias El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó ayer una orden ejecutiva para mejorar la lucha contra los ataques en la red, que impulsa la colaboración entre las empresas, así como entre el sector privado y el Gobierno. La ciberseguridad, dijo Obama, tiene que ser "una misión compartida" en la que empresas y sector público trabajen como "verdaderos aliados".

El Presidente afirmó, durante la firma del decreto en una conferencia sobre ciberseguridad en la Universidad de Stanford, próxima a San Francisco, que la nueva medida también facilitará el acceso de las compañías a información confidencial sobre amenazas cibernéticas en manos del Gobierno.

La Casa Blanca considera que el compartir información "rápidamente" es "esencial" para garantizar la seguridad cibernética porque permite a las empresas estadounidenses trabajar juntas para afrontar esas amenazas en lugar de operar en solitario.

Obama recordó que gran parte de la infraestructura "crítica" de Estados Unidos está conectada a la red, lo que crea "nuevos puntos de vulnerabilidad".

Contra la economía

Insistió en que ataques cibernéticos como el experimentado recientemente por Sony no representan una amenaza contra una empresa aislada, sino contra la economía estadounidense en su conjunto. De ahí que insistiese en la necesidad de establecer una alianza entre el sector privado y público en la que se respete el derecho a la privacidad.

Afirmó que en esa alianza cada una de las partes debe de aprovechar sus fortalezas y mencionó, como ejemplo, que las empresas no siempre tienen los recursos necesarios en pleno ataque cibernético. Mencionó que el necesario equilibrio entre seguridad y privacidad es una tarea "difícil" pero hizo hincapié en la necesidad de romper barreras y encontrar un punto medio porque "todo el mundo está en línea y todo el mundo es vulnerable".

El discurso de Obama llega un día después de que el Senado confirmara a Ashton Carter como nuevo secretario de Defensa en sustitución de Chuck Hagel, con una mayoría de 93 votos a favor y cinco en contra.

Con esta votación casi unánime, Carter se convierte en el cuarto jefe del Pentágono de la "era Obama", tras Hagel, Leon Panetta y Robert Gates. El nuevo secretario de Defensa no tiene el perfil político de sus antecesores o el pasado militar de Hagel, aunque su carrera ha estado vinculada al Pentágono durante décadas.

Carter se enfrentará a desafíos acuciantes como la guerra contra los yihadistas del Estado Islámico y la necesidad de equilibrar el ahorro del gasto militar con una proyección de fuerza desde Asia-Pacífico a Europa, pasando por el inestable Oriente Medio.

La facilidad con que Carter pasó la criba del Senado podría ser una señal favorable a la hora de conseguir consenso sobre conflictos como los de Siria e Irak, donde el Pentágono podría verse abocado a intervenir con tropas más cerca del frente, o el de Ucrania, para el que los republicanos piden apoyo armamentístico.