Contextes de frontera pour le sens abstrait
Aspectos ideológicos y culturales de la identidad lingüística
La tercera frontera del español
Ángel López García
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este cuestionario, no podía sospechar que, si bien estaba haciéndome
eco de la segunda frontera del español, la tercera la teníamos ya a la
vista. Siempre me ha fascinado la dimensión ideológica de nuestro
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yoruba lo están por sus respectivos idiomas. A lo que me refiero es a
que la frontera que nos marca el español no es tan sólo una frontera
cognitiva —los significados que podemos conocer— y una frontera
territorial —el espacio por el que nos podemos mover—, sino también una
frontera simbólica de naturaleza ideológica.
La primera frontera la alcanzó durante la Edad Media en la península
ibérica. Emilio Alarcos^4 supo verlo lúcidamente cuando caracterizó el
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símbolo de una ideología: la del hombre nuevo que poblaba territorios
ganados a costa de Al-Ándalus, un verdadero hombre de frontera en el
que se fusionaban pobladores de variada procedencia^5. Al tiempo que la
frontera territorial se dilataba, también lo hacía el horizonte mental
de la lengua o, mejor dicho, de lo que su uso implicaba. En la Edad
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Luego vino la segunda frontera, la de la raza hispánica de Vasconcelos
y de Godó. Pero esta idea no se queda en dichos autores, no es una
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La segunda frontera así alcanzada amplía el escenario espacial del
idioma, pero también su dimensión simbólica. Ya no es una lengua de la
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Hay, no obstante, una tercera frontera del español. Acaba de surgir y
todavía es más del futuro que del pasado, por lo que tan apenas podemos
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tiene mayor interés. Está en el ánimo de todos los asistentes a este
congreso que la postrera frontera espacial del español se dirime en los
EE. UU., particularmente en los estados del sur: es allí donde nuestra
lengua avanza o retrocede en un continuo vaivén. También sabemos que su
última frontera cognitiva se juega en la forma en que sepa acomodar su
estructura a la del lenguaje de la ciencia, de la técnica y de los
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inglés. Por eso mismo a nadie debería llamar la atención que la tercera
frontera ideológica haya saltado también allí.
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variedad románica surgida en el Alto Ebro hace un milenio, se
caracteriza por haber superado una triple frontera sucesiva, que es a
la vez espacial, cognitiva e ideológica:
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alianza idiomática que estoy perfilando será una realidad. Una realidad
que para nosotros representa la tercera frontera: la primera se llamó
España; la segunda fue bautizada en parte como Nueva España; la